Esto, al igual que la historia del gato, no es algo que le pasó al amigo de un amigo o una historia peregrina… esto es algo que me pasó a mi hace un par de semanas.

Soy freelance y trabajo para varias empresas como consultor tecnológico, desarrollador y diseñador; lo hago desde casa (algún día escribiré sobre mi operación de downshifting…) y el caso es que debido a esto, el otro día sobre las 10.30 hice una pausa y bajé a por el pan. El caso es que trabajo en el pueblo donde he vivido toda la vida y la panadera conoce a mi familia. Cuando me tocó pedir tendría unas 3 personas por detrás de mí, y mientras pedía, la panadera amablemente me comenta, para entablar conversación:

– A por el pan para la comida eh?

A lo que yo contesté, con la mejor de mis intenciones

-Si si, que mi mujer sale tarde y como yo estoy en casa todo el día, por lo menos que parezca que hago algo 😉

Sí, incluso hice el guiño. Bueno, el caso es que cogí el pan, me subí a casa y tan tranquilos. Antes de las 13.00h recibo una llamada de un familiar preguntándome que qué me habia pasado en mi trabajo, que si necesitaba ayuda y que cual era mi problema. Yo desconcertado… le dije que me encontraba desarrollando un portal para una importante empresa y que no sabia de que me hablaba (no es que tenga la cartera llena de clientes… pero de ahí a no tener nada va un trecho). El caso es que me explica que habia estado en la carniceria y habia escuchado que yo estaba en paro y que no hacia nada durante todo el día y que encima apenas ayudaba a mi mujer. OMFG!!!

Lo vi claro… no elegí las palabras correctas en el sitidio adecuado (como ya me pasó aqui hace un tiempo) y claro, pasa lo que pasa.

El resto de gente no tiene porque saber que yo trabajo desde casa, asi que un «…como estoy en casa todo el día…» puede sonar a «…no tengo trabajo…«. Y que de la misma manera, un «…que parezca que hago algo…» puede sonar a «…estoy todo el dia rascandome la tripa panza arriba como un gato«. Si unos comentarios mal elegidos los metes dentro de un foro en el que no tienes plena confianza con nadie (ninguna de las 4 personas era amiga-colega mia), medio conoces al 25% (la panadera) y te suena de haber visto por la calle al 75% restante (las otras 3 personas en cola), te arriesgas a que tus opiniones sufran estos reveses. Si esto lo juntas con que una de las personas de la cola pueda ser un poco troll e interprete a su libre albedrío tus palabras, y que después de estar en Panaderiabook se pase con Tuenticarniceria y suelte allí su ‘opnión’ de tu comentario, pués ya tienes el pastel montado. Y todo con una velocidad de propagación digna de estudiar por Ferrari.

Si esto se pasa al 2.0, nos damos cuenta que en nuestra red social Panaderiabook o Panadetwitter hemos de cuidar tanto la forma como el contenido de lo que se dice. Ya han habido desgraciados (y graciosos) episodios como #turismobisbal que por no cuidar lo que se dice (o el como se dice) ha pasado lo que ya todos sabemos, y a parte de unas risas, se ha perjudicado la imagen y reputación online de personajes, marcas y empresas. Una mala gestión de forma y foro de expresión puede acarrear consecuencias no previstas, y en mi caso, un aluvión de llamadas y desmentidos de «No no… si no pasa nada, si va todo bien» (y ya sabemos como se suelen interpretar esos comentarios de justificación muchas veces). No insto a la desconfianza… al revés, insto a aprender y cuidar una de esas reglas no escritas para las redes sociales y no ser un perfil tóxico ni tirarse piedras con el tejado de uno mismo.

¿Os ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Es raro o normal, que haya tanta similitud entre el mundo online y el offline?


1 comentario

Javier Portalés · octubre 4, 2011 a las 5:01 pm

És el mateix. No hi ha diferència! La red, com el telèfon, ni et dona ni et trau personalitat ni actitud, ni intel·ligència, ni honestetat, ni saviessa, ni res. Les persones i els groups actúen independenment del medi en el que estiguen.

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