Imagínate que estás solo/a en el salón de tu casa, en el sofá leyendo un buen libro. De repente… se abre la puerta y entra un señor vestido de agricultor con una carretilla llena de estiercol. Obviamente… en shock, te quedas mirando cada uno de sus movimientos. Él entra, te mira analizándote, y sin dar mayor explicación, va al centro del salón comedor y vuelca el contenido de la carretilla: Ni más ni menos que 5Kg de estiercol de pura vaca lechera. Sin mediar palabra… se retira por donde ha venido sin cerrar la puerta del comedor.
Tú, fuera de tus casillas y con una descolocación digna de ver… vas tras él para pedirle explicaciones, echarle la bronca, etc. pero no puedes puesto que ha desaparecido. Por más que buscas por la casa… no hay ni rastro del personaje. Vuelves al salón pensando que puede haber sido todo una alucinación y resulta que te encuentras con una montañita de 5kg de apestosa mierda de vaca en el centro de tu salón comedor. Dicha habitación es muy importante para tí: Es donde comes, donde recibes a las visitas, donde te sientes comodo/a hablando con tu pareja, donde tienes ordenados tus libros de lectura… así que ¿Que es lo primero que haces?
Dependiendo tus miedos o de tu capacidad de reacción podrás tomar un camino u otro. Al preguntar a distintas personas sobre este supuesto, me respondieron de forma bastante dispar:
- Una niña de 12 años me confesó que se encerraría en el baño y llamaría a su madre por teléfono contandole que ha venido un fantasma y que no entiende lo que ha pasado.
- Una directora de proyectos, acostumbrada a lidiar con todo tipo de problemas… me dijo que lo normal sería, independientemente del ‘como’ ha pasado, coger una pala o similar y empezar a limpiar aquello.
- Un buen amigo me contó que su reacción sería echarse a reir, porque lo más complicado no sería limpiar aquello sino intentar explicarle a su pareja cuando volviera por que hay 5Kg de estiercol en el salón.
En cualquier caso, lo normal sería limpiar todo aquello… ¿Verdad? No vas a sacar ninguna ventaja de dejarlo allí y por supuesto, no quieres tener apestando al resto de habitaciones. Bueno… pues de esto se extrae que: No importa quien dejase caer mierda sobre ti en el pasado, no importa cuanto te criticasen, quienes o de que formalo hicieran… lo importante es saber quitar ese ‘estiercol’ de tu cabeza. Esas opiniones ‘tóxicas’ sobre ti, pueden coartarte a la hora de hacer algo.
Seguro que si de pequeña te decian que tenias gorda la cara y que no eras fotogénica, ahora intentas salir lo menos posible en las fotos o escondiéndote. Seguro que si de pequeño te decian que jugabas fatal al fútbol y nadie te elegía para su equipo, jugar al fútbol no sea ahora una de tus pasiones.
Una cosa es una crítica constructiva sobre algo de tu comportamiento: Deberias ser más educado y mostrar más respeto a tus padres… y otra cosa bien distinta es una crítica tóxica o destructiva: Sólo se junta con esa amiga, seguro que las dos son lesbianas! Así que… si limpiarías tu salón de estiercol de alguien al que apenas recuerdas ¿Por que no te olvidas del estiercol que te metieron en la cabeza?