No salen en Autónomos Viajeros, ni en Autónomos por el mundo… ni si quiera como aborigenes raros en Autónomo de la Jungla.
Se podría considerar una raza a parte… y no como algo elitista de corte intelectual como los de Gandía Shore, sino como algo más cercano a la vida de los antiguos templarios (los cuales les cortarían la cabeza a los de Shorianos sin pestañear).
De entrada, el Autónomo Casero es alguien que por lo general, eligió ese modo de vida cuando trabajaba en manada en la jungla… bien por estar harto del mamoneo o de que su nivel productividad fuese igual al nivel de creatividad desempeñada… cero o menos algo. Y lo decidieron no porque supieran que les iba a ir mejor… sino porque no querian que les fuese peor.
Al estar en casa… están su hábitat, en su entorno natural, en su santuario… donde pueden meditar y concentrarse plenamente en su trabajo gracias al gato que va por casa, a la comida que hay que hacer, al ‘ahora voy y pico algo’, a los peces en el acuario o al ‘me voy al banco y a ver si vuelvo vivo‘. Por otro lado, lejos de meter papeles, facturas y documentación en cajones o archivadores como haría en una oficina… al autónomo casero le gusta que los papeles gocen de la misma libertad que él, que campen silvestres por el escritorio, estanteria, mesas, mesitas, mesillas, sillas y, a un nivel inferior, el suelo ya directamente.
Lo primero que hace un individuo de esta especie es pensar en cambiarse de ropa y ponerse elegante, para cualquier imprevisto que pueda surgir durante la mañana… y luego cuando les llama el cartero o algún repartidor de mensajeria se trincan los vaqueros encima del pijama y la camiseta más cercana porque, en su infinita bondad, no quieren que el mundo se pare por ellos y que el repartidor no tenga que esperar.
Suelen estar dedicados a un tipo de negocio, así por lo general… consultor (concepto difuso, híbrido entre ejecutivo y jornalero de la vendimia). Esto es, que pueden desempeñar varias funciones… pero por lo general sólo desempeñan los roles de administrador, gestor, telefonista, becario, jefe, community manager, programador, cocinero, personal de limpieza, marketing y DJ. Así por encima.
Tienen el convencimiento de que esa forma de vivir les va a reportar mayor calidad de vida y que pueden reducir muchos gastos colaterales asociados al nivel de vida anterior… poniendo en práctica sin saberlo, gran parte de la filosofía del downshifting. Aún así, Dios en su infinita bondad les dotó de unos dias al año en los cuales son un poco más vulnerables. Concretamente al final de cada trimestre hay que evitar acercarse y preguntarles con voz guasona
«Hombreeee! El que trabaja en casa! Estarás jugando la PlayStation y viendo la tele todo el dia eh? Que tal ha ido el trimestre? Facturas mucho? Ganas más que en la multinacional aquella de generación de humo en la que trabajabas de carbonero?».
Si, frases como esa hay que evitarlas en la medida de lo posible siempre… pero mucho mucho más, al final del tercer trimestre (julio-agosto-septiembre), a lo que, tras 3 años de observación de esta especie, me permito la libertad de llamarlo TRISTEMESTRE.
En cualquier caso, el autónomo casero es un ser sociable, que pese a que parezca estar marginado y mal visto por la sociedad como un ermitaño en su cueva, está a la última de todo y tiene una capacidad de autoformación, autocrítica y autoflagelación casi sobrehumana, amén de desarrollar un amor y un aprecio especial cuando ven aparecer a su compañero/a sentimental por la puerta de casa, al que reciben muchas veces al grito de » ¿Que noticias traes de Narnia? ¿Sol? ¿Brisa?». También es cierto que las parejas de los autónomos caseros darian para otro caso de estudio, porque al tener los biorritmos y ciclos de luz cambiados, cuando el autónomo casero le dice «Venga! Vámonos afuera! Disfrutemos de esta soleada tarde otoñal y salgamos a cabalgar sobre el arcoiris y gozar de la naturaleza!» la pareja suele llegar de estar todo el dia por fuera, recorriendo la comarca cual hobbit y llega a casa con un cartel de «Do not disturb» y con una curiosa tendencia a orbitar en torno al sofá mientras desconecta.
Si conoceis alguna vez a algún autónomo casero, dadle la patita, acariciadle el lomo… aunque sus ojeras puedan indicar lo contrario, son humanos y se merecen nuestro amor 😉
(lo que saca uno de mirarse al espejo de vez en cuando! 🙂 )
7 commentarios
goloviarte · octubre 19, 2012 a las 12:15 pm
Muy bueno,gracias
Claudio Garcia · octubre 19, 2012 a las 10:02 pm
De nada Goyo… intento plasmar (con algo de humor y autocrítica) una situación que no todos llevan/mos con alegria siempre. Aunque he de reconocer que lo del pijama y los papeles si que hace gracia de normal 😉
Abraham · octubre 19, 2012 a las 9:55 pm
Chato, has roto tu propio molde. Siéntete bien orgulloso.
Claudio Garcia · octubre 19, 2012 a las 10:00 pm
Exagerao! Gracias Abraham… muchas veces he de expresarme con algo de humor sobre la situación, porque igual que un viernes este post es gracioso y lo puedo escribir con creatividad… igual un lunes por la mañana de final de tristemestre no lo pintaria igual. Es lo que hay…
José Tortosa · octubre 19, 2012 a las 10:17 pm
Lo has bordado.
Ahora falta el del Jefe: mira que bien vive, como es el jefe hace lo que quiere… y en verdad el jefe esta hasta las 2:00am enganchado al portátil con la familia dormida, sin diferenciar fines de semana de los días laborales y un sin fin de cosas.
Tu caso lo has plasmado.
Te doy la patata y te acaricio el lomo (pero sin mariconadas) InesClara 😉
Claudio Garcia · octubre 19, 2012 a las 10:24 pm
Que bueno Jose!! Claro que si… ser jefe consiste en vivir bien, hacer sus cosas de jefe, irse de comida, de cena y a gozarla. Trabajar? Pero si es jefe!! Es alucinante como la gente se abstrae del cargo con tal de criticar en la mayoria de los casos.
Salva · octubre 26, 2012 a las 8:32 am
Claudio, que gran post!!!!
A seguir así!
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